Nuestro segundo animal navideño es...¡la mula!
Parece que ahora este animal, situado junto a Jesús, María y San José en nuestro belén, debe quitarse del nacimiento.
Aún así os voy a explicar sus características:
La mula es un animal que resulta del cruce entre una yegua y un burro o asno.
El término mulo proviene del latín y originalmente era usado para referirse a cualquier descendiente de dos especies diferentes.
Se parece al burro en que tiene cabeza gruesa y corta, orejas largas, pezuñas estrechas y pequeñas, melena corta y cola sin pelo en su raíz.
Sin embargo posee algunas características equinas, como su altura y cuerpo, la forma del cuello, la uniformidad de su pelaje, y los dientes.
Su voz no es exactamente como la del burro (rebuzno) ni como la del caballo (relincho); la mula emite un sonido similar al del burro, pero también tiene los característicos relinches del caballo.
La mula combina las mejores cualidades de sus padres: posee la sobriedad, la paciencia, la resistencia y el paso seguro del asno, y el vigor, la fuerza y el valor del caballo. Sus pezuñas son más duras que las de los caballos y demuestran una resistencia natural a muchas enfermedades y a los insectos.
Las mulas son generalmente menos tolerantes hacia los perros que los caballos y son capaces de defender a su jinete contra ellos; incluso son capaces de enfrentarse a un león de montaña.
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